miércoles, enero 31, 2007

Otra consecuencia ya advertida:

Si la temperatura sube dos grados, el cambio climático será "insoportable"

EFE. 31.01.2007

Un aumento de la temperatura de la Tierra superior a dos grados haría "incontrolables" las consecuencias del cambio climático, lo que exige detener rápidamente la escalada de emisiones que conducen a un calentamiento superior para finales de siglo, según denunció el martes Greenpeace.

La asociación ecologista lanzó la señal de alarma sobre esta cifra de dos grados en París, donde el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) está elaborando su informe en el que augura una subida de temperaturas que podría situarse en 3 grados a finales de siglo.

El informe estima que en el horizonte de 2100 el calentamiento se situará en una horquilla de 2 a 4,5 grados, con un escenario central de 3 grados.

Teniendo en cuenta que ya en un siglo el alza ha sido de 0,74 grados (en 2001 se daba una cifra de 0,6), es muy poco probable que el calentamiento se sitúe por debajo de 1,5 grados y "no se pueden excluir valores significativamente superiores a 4,5 grados".

Esos tres grados serían consecuencia de una concentración de 550 partículas de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera por millón, cuando la situación antes de la Revolución Industrial era de unas 170 partículas de CO2 por millón. En la actualidad la concentración se sitúa ya por encima de las 380 partículas de CO2 por millón.

"Escalada incontrolable"

Por encima de ese aumento "se corre el riesgo de que la escalada sea incontrolable" así como la "espiral" de efectos sobre el medio ambiente y la vida de las comunidades humanas, señala Latetitia de Marez, de Greenpeace.

Estabilizar la concentración de CO2 en la atmósfera en 400 partículas por millón necesitaría recortar las emisiones en un 50% en el horizonte de 2050, lo que según Greenpeace se podría lograr con una apuesta a fondo por las energías.

Según el borrador del informe del IPCC, que se presenta el viernes, una de las consecuencias del calentamiento previsto sería una subida del nivel del mar que se situaría entre 28 y 43 centímetros a finales de siglo, un margen mucho más estrecho que el barajado en 2001 (de 9 a 88 centímetros).

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viernes, enero 19, 2007

Gracias a yosi81

Gracias a mi amiga yosi81 de El otro rincon de yosi; que me dio un training para poder editar y actualizar mi blogsito, que en un principio queria llenar de articulos e investigaciones de ciencia; pero por cuestiones de haraganeria no me habia dedicado. gracias yosi mi la gratitud es gde.




Imaginese los minutos que gastó ella dándome un pequeño entrenamiento, si porque enseñar es una cosa dificil; no todo el mundo nace con ese don de poder enseñar. a veces las personas no tenemos el mismo nivel de aprendizaje y resultamos ser mas estupidos de la cuenta. creo que yosi no tomo esa experiencia conmigo. porque de sus palabras lei bien claro: " tu aprendes rapido" eso me gustó mucho y ya me vera mas a menudo escribiendo y no solo urgando en su blog.

Ahora me estoy dejando vencer de morfeo y no puedo mantener la coherencia despues de tres tragos de vodka y un poco de sueño no creo mantener la coherencia escribiendo.



hasta luego a todos!!

jueves, junio 22, 2006

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miércoles, marzo 08, 2006

INTRODUCCION
La década de 1990 ha sido un período de reflexión a nivel internacional sobre los problemas del medio ambiente. ¿Qué estamos haciendo con nuestro planeta? Nos estamos percatando cada vez más que la Revolución Industrial ha cambiado para siempre la relación entre el hombre y la naturaleza.
Cunde la preocupación de que tal vez hacia mediados o finales del próximo siglo las actividades del hombre habrán cambiado las condiciones esenciales que hicieron posible la aparición de la vida sobre la Tierra.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992 forma parte de una serie de acuerdos por medio de los cuales los países de todo el mundo se han unido para hacer frente a este problema. Otros tratados abordan cuestiones como la contaminación marina, la desertificación, el deterioro de la capa de ozono, y la rápida extinción de especies animales y vegetales. La Convención sobre el Cambio Climático enfoca un problema especialmente inquietante: estamos alterando la forma en que la energía solar interactúa con la atmósfera y escapa de ella y esto quizás modifique el clima mundial. Entre las consecuencias posibles podría producirse un aumento de la temperatura media de la superficie de la Tierra y cambios en las pautas meteorológicas a escala mundial.
EL CAMBIO CLIMATICO
Hace alrededor de 65 millones de años un asteroide gigante entró en colisión con la Tierra. Cataplum! Según las estimaciones científicas, el choque arrojó tanto polvo a la atmósfera que dejó al mundo en tinieblas durante tres años. La luz solar se redujo en gran medida, impidiendo el crecimiento de numerosas plantas, las temperaturas descendieron, la cadena alimenticia se rompió y muchas especies desaparecieron, incluida la mayor que existiera sobre la faz de la Tierra.
Tal es, cuando menos, una teoría dominante que explica la extinción de los dinosaurios; incluso aquellos que no fueron alcanzados directamente por el asteroide, sucumbieron a la postre.
La catástrofe que dio cuenta de los dinosaurios es sólo una ilustración -si bien dramática- de cómo el cambio climático puede fomentar el desarrollo de una especie o liquidarla.
Según otra teoría, los seres humanos evolucionaron cuando las temperaturas mundiales descendieron considerablemente y las precipitaciones disminuyeron hace unos seis millones de años. Los primates superiores parecidos a los simios del Great Rift Valley en Africa solían refugiarse en los árboles, pero como consecuencia de esta variación climática de larga duración, los bosques fueron reemplazados por praderas. Los "simios" se encontraron en una planicie vacía mucho más fría y seca que su medio anterior y sumamente vulnerables ante los predadores.
La desaparición total era una posibilidad concreta y los primates aparentemente se adaptaron con dos saltos evolutivos: primero adoptaron la postura erecta, que les ' permitió recorrer largas distancias a pie, con las manos libres para transportar hijos y alimentos; y luego sus cerebros se volvieron mucho más voluminosos, aprendieron a manejar instrumentos y se convirtieron en omnívoros (consumidores de carne y verduras). Generalmente se considera a este segundo ser con un cerebro más desarrollado, como el primer humano.
A partir de entonces, las variaciones climáticas han modelado el destino de la humanidad, y el ser humano ha reaccionado en gran medida adaptándose, emigrando y desarrollando su inteligencia. Durante las últimas glaciaciones, los niveles de los océanos descendieron y los seres humanos se desplazaron a través de puentes continentales desde el Asia hacia las Américas y las islas del Pacífico. Desde entonces se han registrado numerosas migraciones, innovaciones y también catástrofes. Algunas de estas han tenido su origen en pequeñas fluctuaciones climáticas, con unos pocos decenios o siglos de temperaturas levemente superiores o inferiores a la media, o sequías prolongadas.

La más conocida es la Pequeña Era Glaciar, registrada en Europa a comienzos de la Edad Media que provocó hambrunas, insurrecciones y el abandono de las colonias septentrionales en Islandia y Groenlandia. El hombre ha soportado durante milenios los caprichos climáticos, recurriendo a su ingenio para adaptarse, incapaz de influir en fenómenos de tal magnitud.
Eso era hasta ahora. Paradójicamente, el éxito notable que hemos logrado como especie bien puede habernos llevado a un callejón sin salida. El crecimiento demográfico ha alcanzado un punto tal que haría muy difícil una migración en gran escala en caso de que un cambio climático de grandes proporciones la hiciera necesaria y los productos de nuestra inteligencia (industrias, transportes, etc.) han conducido a una situación desconocida en el pasado. Anteriormente el clima mundial hacía cambiar a los seres humanos; ahora parece que estos últimos están cambiando el clima.
Los resultados todavía son inciertos, pero si las predicciones actuales se confirman, el cambio climático que tendrá lugar en el próximo siglo será de una amplitud sin precedentes desde los albores de la civilización humana.
El asteroide gigante que terminó con los dinosaurios arrojó grandes nubes de polvo en el aire, pero nosotros estamos causando fenómenos de dimensiones similares, aunque en forma más sutil. Hemos provocado, y continuamos haciéndolo, un cambio en el equilibrio de los gases que componen la atmósfera, y ello es particularmente cierto con relación a los "gases de efecto invernadero" principales, como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O). (A pesar de que el vapor de agua es el gas termoactivo más importante, las actividades del hombre no lo afectan directamente).

Estos gases, que se encuentran normalmente presentes en la atmósfera, representan menos de una décima parte del 1 por ciento de la atmósfera total, compuesta principalmente de oxígeno (21 por ciento) y nitrógeno (78 por ciento), pero son vitales porque actúan como una manta natural alrededor de la Tierra, sin la cual la superficie de nuestro planeta sería cerca de 30°C más fría que en la actualidad.
El problema estriba en que la actividad del hombre está "espesando" la manta. Por ejemplo, cuando quemamos carbón, petróleo y gas natural, liberamos cuantiosos volúmenes de dióxido de carbono en el aire, al igual que cuando destruimos los bosques, dejamos escapar a la atmósfera el carbono almacenado en los árboles. Otras actividades esenciales, como la cría de ganado y el cultivo de arroz, también emiten metano, óxido nitroso y otros gases de efecto invernadero. Si las emanaciones continúan aumentando al ritmo actual, es casi seguro que en el siglo XXI los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera duplicarán los registros preindustriales y si no se toman medidas para frenar dichas emisiones, es muy probable que los índices se triplicarán para el año 2100.
De acuerdo con el consenso científico, el resultado más directo podría ser un "calentamiento de la atmósfera mundial" del orden de 1 a 3,5°C durante los próximos 100 años. A esto se debe sumar un manifiesto incremento de temperatura de un 0,5°C desde el período preindustrial anterior a 1850, parte del cual sería producto de emisiones anteriores de gases de efecto invernadero.
Es difícil pronosticar en qué medida esta situación podría afectarnos, dado que el clima mundial es un sistema sumamente complejo. Si se alterara un aspecto clave como la temperatura media global, las ramificaciones tendrían un largo alcance. Los efectos inciertos se adicionan: por ejemplo, podría cambiar el régimen de vientos y lluvias que ha prevalecido durante cientos y miles de años y del cual depende la vida de millones de personas; podría subir el nivel de los mares y amenazar islas y zonas costeras bajas. En un mundo cada vez más poblado y sometido a mayores tensiones, que ya tiene suficientes problemas por resolver, esas presiones adicionales podrían conducir directamente a nuevas hambrunas y otras catástrofes.
La temperatura de nuestro planeta es perfecta para la vida. Ni demasiada fría, como Venus, ni demasiada caliente, como Marte. Gracias a estas condiciones, la vida se extiende por todos sitios. La Tierra recibe el calor del Sol. Algunos gases de la atmósfera la retienen y evitan que parte de este calor se escape de retorno al espacio.
Hoy día esta situación de equilibrio delicado esta en peligro a causa de la contaminación de la atmósfera, que provoca que los gases retengan mucho calor cerca de la superficie. Las temperaturas de todo el planeta han aumentado en el último siglo y esto podría provocar un cambio climático a nivel mundial.
El aumento del nivel del mar y otros cambios en el medio ambiente representan una amenaza para todos los seres vivos.

Prácticamente toda la energía que nos llega del Sol está constituida por radiación infrarroja, ultravioleta y luz visible. Mientras que la atmósfera absorbe la radiación infrarroja y ultravioleta, la luz visible llega a la superficie de la Tierra. Una parte muy pequeña de esta energía que nos llega en forma de luz visible es utilizada por las plantas verdes para producir hidratos de carbono, en un proceso químico conocido con el nombre de fotosíntesis. En este proceso, las plantas utilizan anhídrido carbónico y luz para producir hidratos de carbono (nuevos alimentos) y oxígeno.
En consecuencia, las plantas verdes juegan un papel fundamental para la vida, ya que no sólo son la base de cualquier cadena alimenticia, al ser generadoras de alimentos sino que, además, constituyen el único aporte de oxígeno a la atmósfera.
En la fotosíntesis participa únicamente una cantidad muy pequeña de la energía que nos llega en forma de luz visible. El resto de esta energía es absorbida por la superficie de la Tierra que, a su vez, emite gran parte de ella como radiación infrarroja. Esta radiación infrarroja es absorbida por algunos de los componentes de la atmósfera (los mismos que absorben la radiación infrarroja que proviene del Sol) que, a su vez, la remiten de nuevo hacia la Tierra. El resultado de todo esto es que hay una gran cantidad de energía circulando entre la superficie de la Tierra y la atmósfera, y esto provoca un calentamiento de la misma. Así, se ha estimado que, si no existiera este fenómeno, conocido con el nombre de efecto invernadero, la temperatura de la superficie de la Tierra sería de unos veinte grados bajo cero. Entre los componentes de la atmósfera implicados en este fenómeno, los más importantes son el anhídrido carbónico y el vapor de agua (la humedad), que actúan como un filtro en una dirección, es decir, dejan pasar energía, en forma de luz visible, hacia la Tierra, mientras que no permiten que la Tierra emita energía al espacio exterior en forma de radiación infrarroja.


En lo que respecta al efecto invernadero, se está produciendo un incremento espectacular del contenido en anhídrido carbónico en la atmósfera a causa de la quema indiscriminada de combustibles fósiles, como el carbón y la gasolina, y de la destrucción de los bosques tropicales. Así, desde el comienzo de la Revolución Industrial , el contenido en anhídrido carbónico de la atmósfera se ha incrementado aproximadamente en un 20 %. La consecuencia previsible de esto es el aumento de la temperatura media de la superficie de la Tierra, con un cambio global del clima que afectará tanto a las plantas verdes como a los animales . Las previsiones más catastrofistas aseguran que incluso se producirá una fusión parcial del hielo que cubre permanentemente los Polos, con lo que muchas zonas costeras podrían quedar sumergidas bajo las aguas. Sin embargo, el efecto invernadero es un fenómeno muy complejo, en el que intervienen un gran número de factores, y resulta difícil evaluar tanto el previsible aumento en la temperatura media de la Tierra, como los efectos de éste sobre el clima. Aún cuando no es posible cuantificar las consecuencias de éste fenómeno, la actitud más sensata es la prevención. El obtener un mayor rendimiento de la energía, así como el utilizar energías renovables, produciría una disminución del consumo de combustibles fósiles y, por lo tanto, de nuestro aporte de anhídrido carbónico a la atmósfera. Esta prevención también incluiría la reforestación, con el fin de aumentar los medios naturales de eliminación de anhídrido carbónico. En cualquier caso, lo importante es ser conscientes de cómo, en muchas ocasiones, nuestras acciones individuales tienen influencia tanto sobre la atmósfera como sobre la habitabilidad del planeta.

Algunos de los gases que producen el efecto invernadero, tienen un origen natural en la atmósfera y, gracias a ellos, la temperatura superficial del planeta a permitido el desarrollo de los seres vivos. De no existir estos gases, la temperatura media global seria de unos 20ºC bajo cero, el lugar de los 15ºC sobre cero de que actualmente disfrutamos. Pero las actividades humanas realizadas durante estos últimos siglos de revoluciones industriales, y especialmente en las ultimas décadas, han disparado la presencia de estos gases y han añadido otros con efectos invernadero adicionales, además de causar otros atentados ecológicos.

Es un hecho comprobado que la temperatura superficial de la Tierra está aumentando a un ritmo cada vez mayor. Si se continua así, la temperatura media de superficie terrestre aumentara 0,3ºC por década. Esta cifra, que parece a simple vista no excesiva, puede ocasionar, según los expertos grandes cambios climáticos en todas las regiones terrestres. La década de los años ochenta a sido la más calurosa desde que empezaron a tomar mediciones globales de la temperatura y los científicos están de acuerdo en prever que, para el año 2020, la temperatura haya aumentado en 1,8ºC.
Para comprender el efecto invernadero es necesario describir brevemente como funciona el balance de energía de nuestro sistema climático:
Balance De Energía En Nuestro Sistema Climático
De cada 100 unidades del flujo total de radiación solar (o de onda corta) que llega al tope de la atmósfera, 23 unidades son absorbidas por ésta: el O3 estratosférico y el vapor de agua troposférico absorben 19 unidades, y el agua líquida en las nubes 4 unidades. La superficie de los océanos y los continentes absorben 46 unidades. Las 31 unidades restantes son reflejadas hacia el espacio exterior: las nubes reflejan 17 unidades, la superficie del planeta 6 unidades, y los gases que componen la atmósfera dispersan hacia el espacio exterior 8 unidades. Estas últimas 31 unidades no participan en los procesos e interacciones del sistema climático. La energía absorbida por éste (69 unidades) es convertida en calor, movimiento de la atmósfera y de los océanos (energía cinética), y energía potencial.

LAS CONSECUENCIAS DEL CALENTAMIENTO GLOBAL
Las consecuencias no serán uniformes geográficamente. El ciclo hidrológico se vera alterado por la mayor evaporación del agua (que a su vez refuerza el calentamiento), se prevé un aumento de las lluvias en las latitudes altas durante el invierno, e intensificación de las sequías del 5% de frecuencia actual a un 50% para el 2050.
Una subida semejante significaría la contaminación de acuíferos, la recesión de costas y tierras húmedas, hasta el 15% de la tierra fértil de Egipto y el 14% de la de Bangladesh serian inundadas con la subida máxima prevista.
Posiblemente se afecte la estabilidad de los bosques tropicales y su diversidad biológica, debido a su alto grado de vulnerabilidad a cambios en el equilibrio ambiental, siendo sustituidos por ecosistemas más degenerados.
Los arrecifes de coral contienen la mayor diversidad genética después de los bosques tropicales, incluyendo un tercio de todas las especies de peces que se conocen. La mayor parte se encuentran en aguas cuyas temperaturas promedios se aproximan al máximo tolerable sin que se presenten cambios en su equilibrio simbiótico.
Si la temperatura del mar aumenta en 2 0 3 °C, la estabilidad de algunos corales se vería amenazada. Los aumentos previstos en el nivel del mar también afectarían su capacidad de sobrevivencia, pues la estabilidad de los arrecifes de coral se encuentra asociada al mantenimiento de una cierta distancia de la superficie del agua.
El calentamiento esperado excede con mucho la capacidad de migración de comunidades naturales, resultando una destrucción sin reemplazo y un empobrecimiento de los ecosistemas, perdida de especies y en definitiva perdida de la capacidad de la Tierra para soportar vida. Quizá la agricultura industrializada pueda responder a la nueva situación con suficiente rapidez (aunque en EEUU la ola de calor del año 1988 significó un descenso del 30% en la cosecha de grano), pero la agricultura de los países en desarrollo no tiene medios para una adaptación semejante.
Hay muchos fenómenos de gran alcance cuya evolución frente al cambio climático es incierta, por ejemplo, las consecuencias de un Océano Ártico sin hielo sobre las corrientes marinas y su influencia en la pesquería, o el probable desplazamiento de enfermedades tropicales hacia otras zonas de la Tierra.
Ejemplos como la malaria y el dengue podrían extenderse sobre una mayor proporción de la superficie de la tierra, afectando a millones de personas que hoy se encuentran fuera de sus áreas de influencia.
El efecto invernadero ha sido así transformado por el hombre en una amenaza a su propia seguridad. Los mas afectados serán los más pobres, los que son víctima de la injusticia social, los marginados económicos, los que soportan mas directamente el impacto de la degradación ambiental. Esto es, la mayor parte de la humanidad.
Probablemente se acentuarían tanto la intensidad como la frecuencia de huracanes y ciclones en la zona tropical, y se extenderían a latitudes hoy poco afectadas o fuera del alcance de estos fenómenos naturales.
El clima en la Tierra es muy difícil de predecir, porque existen muchos factores para tomar en cuenta: lluvia, luz solar, vientos, temperatura... Por eso, no se puede definir exactamente qué efectos acarreará el Calentamiento Global. Pero, al parecer, los cambios climáticos podrían ser muy severos.
Una primera consecuencia, muy posible, es el aumento de las sequías: en algunos lugares disminuirá la cantidad de lluvias. En otros, la lluvia aumentará, provocando inundaciones. Una atmósfera más calurosa podría provocar que el hielo cerca de los polos se derritiera. La cantidad de agua resultante elevaría el nivel del mar. Un aumento de sólo 60 centímetros podría inundar las tierras fértiles de Bangladesh, en India, de las cuales dependen cientos de miles de personas para obtener alimentos. Las tormentas tropicales podrían suceder con mayor frecuencia.

La Corriente del niño es uno de los ejemplos más claros de los problemas que trae el recalentamiento global, desequilibra el estado climático del planeta haciendo que en algunos lugares llueva demasiado hasta inundarlos y en otros sea totalmente una sequía, también se pueden citar el cambio abrupto de temperatura y presión en la atmósfera que trae como consecuencia grandes secuencias de tornados y tifones. Esto se ve más en las zonas tropicales en donde los tornados aparecen en determinada época del año y por los cambios climáticos estos reaparecen muy a menudo.
Conocemos las consecuencias que podemos esperar del efecto invernadero para el próximo siglo, en caso de que no vuelva a valores más bajos:
• Aumento de la temperatura media del planeta.
• Aumento de sequías en unas zonas e inundaciones en otras.
• Mayor frecuencia de formación de huracanes.
• Progresivo deshielo de los casquetes polares, con la consiguiente subida de los niveles de los océanos.
• Incremento de las precipitaciones a nivel planetario pero lloverá menos días y más torrencialmente.
• Aumento de la cantidad de días calurosos, traducido en olas de calor.

Si las tendencias continúan como hasta ahora, en los años 2030 a 2050 la atmósfera contendrá el doble de gases de invernadero que los que tenía a mediados del siglo pasado. Estas proyecciones se basan en las observaciones de la tasa de acumulación de CO2 y otros gases que atrapan el calor en la atmósfera, y en la suposición de que el calentamiento global no afectará dicha tasa. El efecto de la acumulación de esa cantidad de gases de invernadero será, según climatólogos, el calentamiento de la tierra en un promedio de 1,5 a 4,5 grados C. El calentamiento en los trópicos traerá un aumento leve en las temperaturas, pero se prevé una modificación sustancial en la cantidad y regularidad de las lluvias.
Se supone que el calentamiento será continuo y durará un tiempo indefinido, a menos que lo detenga la acción humana directa: los científicos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), han demostrado que si no se pone remedio inmediatamente, la Tierra se encamina hacia un período de cambio rápido y continuo del clima, marcado por un calentamiento global a una velocidad extraordinaria. Los climatólogos y biólogos son capaces de predecir los efectos del aumento de la temperatura en la Tierra en 1 o 2 grados C. Sin embargo un aumento mayor en la temperatura lanzará al mundo a ámbitos climáticos que rebasan la experiencia -y las predicciones- de la ciencia y de los científicos.
Nadie puede predecir con detalle, por ejemplo, cómo se modificarán las corrientes oceánicas, o cuál será el alcance de que el Océano Ártico pierda los hielos, sobre todo en los climas de otros lugares. Tampoco se puede saber con detalles los efectos sobre los peces y la pesca, en la distribución de la tierra cultivable, ni los por menores de las consecuencias en los bosques, en los animales, o en la distribución de los parásitos humanos y de las enfermedades. Sin embargo, las predicciones -generales, incompletas y muy a corto plazo- de los expertos del segundo de los tres grupos de trabajo del IPCC viene a confirmar que los impactos pueden ser catastróficos.
El aparente mínimo aumento de la temperatura del Planeta de 1,5 a 2 grados C que se prevé en el escenario más optimista, traería consigo, a nivel general, el incremento del nivel de los mares, con la consiguiente desaparición de ecosistemas costeros completos; las reservas de agua dulce se verían seriamente afectadas, se alterarían los patrones de pesca y aumentarían las enfermedades. Las consecuencias negativas las sufrirían todas las personas del mundo, en especial aquellas que viven en territorios vulnerables. Sin embargo, es impracticable resolver estos problemas que se plantean en un futuro cercano, si no se toman acciones inmediatas, drásticas y concretas.
ZONAS MAS AFECTADAS
Las zonas con mayor riesgo son el interior de los continentes y precisamente las que más la sufren hoy día: Sahel, Norte de África, Sudeste de Asia, India, Centroamérica y Mediterráneo. Las consecuencias sobre las zonas costeras también serían catastróficas. Se amenazaría la seguridad de mas de dos mil millones de personas que viven en zonas costeras. Se afectaría los puertos y otras estructuras localizadas en la costa, incluyendo centrales nucleares en las costas del Japón, Corea, Taiwán, y otros países.
Si la temperatura del mar aumenta en 2 o 3 °C, la estabilidad de algunos corales se vería amenazada. Los aumentos previstos en el nivel del mar también afectarían su capacidad de sobrevivencia, pues la estabilidad de los arrecifes de coral se encuentra asociada al mantenimiento de una cierta distancia de la superficie del agua.
Un cambio de 2 o 3 °C en la temperatura promedio del planeta podría aumentar la pluviosidad en zonas de alta precipitación, principalmente en el trópico, afectando los ciclos agrícolas, agravando las inundaciones y la erosión de los suelos. Puede también causar una menor precipitación en épocas de sequía, con considerables efectos sobre la agricultura, así como sobre el suministro de agua y alimentos a zonas pobladas.
También se amenazaría la seguridad de mas de dos mil millones de personas que viven en zonas costeras. Se afectaría los puertos y otras estructuras localizadas en la costa, incluyendo centrales nucleares en las costas del Japón, Corea, Taiwán, y otros países.
El efecto invernadero ha sido así transformado por el hombre en una amenaza a su propia seguridad. Los mas afectados serán los más pobres, los marginados económicos, los que soportan mas directamente el impacto de la degradación ambiental. Esto es, la mayor parte de la humanidad, especialmente la localizada en las zonas tropicales del planeta.

Aún se esta a tiempo de evitar una catástrofe ecológica de mayores consecuencias, solo hay que fomentar el uso de los vehículos eléctrico-solares, desalentar el uso de los vehículos particulares, fomentar el uso de vehículos que consuman gas, fomentar el transporte público, fomentar el uso de la bicicleta (como en otros países), evitar el establecimiento de industrias contaminantes y sacar de las Ciudad todas las que quedan (que aportan 10 veces más partículas suspendidas que los vehículos, casi 30 veces el bióxido de azufre, el doble de los óxidos de nitrógeno y casi la mitad de los hidrocarburos, en comparación con los vehículos). La reforestación urbana y rural y la restauración de la Cuenca de México.
Elevar la calidad de la gasolina, hacer más estrictos los reglamentos para los vehículos nuevos, que nuestras normas de calidad del aire sean cuando menos similares a las que se aplican en California, que se midan los contaminantes al nivel que se respiran y se de información verdadera y confiable a la población y crear seguridad pública. Las soluciones tecnológicas están muy cercanas, las gentes con el poder político y económico, tienen la última palabra.



CAMBIOS CLIMATICOS PREDICHOS PARA EL SIGLO XXI
Queda claro que la previsión de cambios en los próximos 100 a 150 años, se basan íntegramente en modelos de simulación. Comprensiblemente la gran mayoría de los modelos se han concentrado sobre los efectos de la contaminación antrópica de la atmósfera por gases invernadero, y en menor grado, en los aerosoles atmosféricos. La mayor preocupación presente, es determinar cuánto se entibiará la Tierra en un futuro cercano.
En la última década, varios modelos complejos de circulación general (GCMs), han intentado simular los cambios climáticos antropogénicos futuros. Han llegado a las siguientes conclusiones:
• Un calentamiento global promedio, de entre 1,5 y 4,5 °C ocurrirá, siendo la mejor estimación 2,5 °C.
• La estratosfera se enfriará significativamente.
• El entibiamiento superficial será mayor en las altas latitudes en invierno, pero menores durante el verano.
• La precipitación global aumentará entre 3 y 15%.
• Habrá un aumento en todo el año de las precipitaciones en las altas latitudes, mientras que algunas áreas tropicales, experimentarán pequeñas disminuciones.
Modelos más recientes dependientes del tiempo, que acoplan los componentes oceánicos y atmosféricos, han entregado estimaciones más confiables, los resultados más significativos indican:
• Un calentamiento global promedio de 0,3 °C por década, asumiendo políticas no intervencionistas.
• Una variabilidad natural de aproximadamente 0,3 °C en temperaturas aéreas superficiales globales, en una escala de décadas.
• Cambios en los patrones regionales de temperatura y precipitaciones similares a los experimentos de equilibrio.
Aunque los modelos CGM proveen las simulaciones más detalladas de los cambios climáticos futuros, los constreñimientos computacionales evitan que sean usados en estudios de sensibilidad que permitan investigar los defectos potenciales futuros en el mundo real, con respecto a las emisiones de gases invernaderos.

Usando las sensibilidades de "mejor estimación", se generan escenarios que dan un rango de calentamiento entre 1,5 y 3,5 °C para el año 2100. Bajo condiciones sin intervención, la temperatura superficial global promedio, se estima aumentaría entre 2 y 4 °C, en los próximos 100 años. Hasta las proyecciones más optimistas de acumulación de gases invernadero, no pueden prevenir un cambio significativo en el clima global del próximo siglo. En los peores escenarios, la temperatura superficial global promedio, podría aumentar en 6 °C para el año 2100.
Como conclusión, la temperatura global promedio podría aumentar entre 2 y 4 °C para el año 2100, si el desarrollo global continúa a los ritmos actuales. Si se incorpora la influencia de los aerosoles atmosféricos al modelo, el calentamiento disminuye a aproximadamente 0,2 °C por década, en los próximos 100 años. Esta tasa de cambio climático, aún así, es más rápido que en cualquier otro momento de la historia de la Tierra. Si las naciones no actúan, el mundo podrá experimentar numerosos impactos adversos como resultado del calentamiento global futuro.






RESUMEN AL MARCO TEORICO
La atmósfera de la Tierra está compuesta de muchos gases. Los más abundantes son el nitrógeno y el oxígeno (este último es el que necesitamos para respirar). El resto, menos de una centésima parte, son gases llamados "de invernadero". No los podemos ver ni oler, pero están allí. Algunos de ellos son el dióxido de carbono, el metano y el dióxido de nitrógeno.
El vapor de agua, el dióxido de carbono y los otros "gases de efecto invernadero" que existen en forma natural en la atmósfera, absorben gran parte de la radiación infrarroja ascendente que emite la Tierra, impidiendo que la energía pase directamente de la superficie terrestre al espacio.

Al aumentar la capacidad de la atmósfera para. absorber la radiación infrarroja, las emisiones de gases de efecto invernadero alteran la forma en que el clima mantiene el equilibrio entre la energía incidente y la irradiada. Si no existieran los gases de invernadero, el planeta sería, cerca de 30 grados más frío de lo que es ahora. En esas condiciones, probablemente la vida nunca hubiera podido desarrollarse.

Las consecuencias no serán uniformes geográficamente. El ciclo hidrológico se vera alterado por la mayor evaporación del agua (que a su vez refuerza el calentamiento), se prevé un aumento de las lluvias en las latitudes altas durante el invierno, e intensificación de las sequías del 5% de frecuencia actual a un 50% para el 2050.
Una subida semejante significaría la contaminación de acuíferos, la recesión de costas y tierras húmedas, hasta el 15% de la tierra fértil de Egipto y el 14% de la de Bangladesh serian inundadas con la subida máxima prevista. Hay muchos fenómenos de gran alcance cuya evolución frente al cambio climático es incierta, por ejemplo, las consecuencias de un Océano Ártico sin hielo sobre las corrientes marinas y su influencia en la pesquería, o el probable desplazamiento de enfermedades tropicales hacia otras zonas de la Tierra.

La falta de concientizacion que tenemos no nos ayuda a dejar de contaminar el medio en el cual vivimos en cambio la ignorancia no lleva cada dia mas a destruirlo y en consecuencia a destruirnos porque somos organismos simbioticos de nuestro planeta.